Hace mucho que no estudio ¿seré capaz?

Llamémosle crisis, llamémosle oportunidad. Algo así se suele decir. Para muchos esta crisis ha supuesto el desembarco en el paro con la consiguiente necesidad de reciclarse e incluso buscar un nuevo rumbo. Ha supuesto que mujeres que decidieron dedicarse a la familia tengan que volver al mercado laboral. Ha supuesto que profesionales con años de experiencia se vean de nuevo buscando trabajo como cuando tenían 20 años. Para todas estas personas la vuelta a los libros se plantea muchas veces como una necesidad. Estudiar idiomas, cursos de informática, especializarse más… o simplemente liarse la manta a la cabeza y lanzarse al camino del funcionariado.

Esto ha hecho, como comentaba aquí, que el perfil del opositor haya cambiado. Uno de los colectivos más numerosos de “nuevos opositores” es precisamente este: el de las personas que recurren a ellas porque las ven como su única salida tras años de trabajo, tanto dentro como fuera de casa. Una de las características de este colectivo, formado por mujeres que buscan retomar la actividad y por profesionales de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas, es que hace mucho que dejaron de estudiar.

Cuando tomé la decisión de opositar, tras más de seis años sin estudiar formalmente, la gran duda era ¿seré capaz? ¿podré mantener la disciplina que se precisa? ¿no me rendiré a las primeras de cambio? La respuesta es que sí, se puede hacer, aunque para ello tenemos que tener claro una serie de puntos.

Convencernos de que esta es la opción que queremos y que mejor se adaptará a nuestra vida. Estudiar una oposición no es un camino de rosas y menos si hace años que no lo hacemos. Por eso lo más importante será estar motivados y tener claro que es lo que queremos. Aquí os hablo de ello con más detalle.

Revisar nuestros métodos. ¿Cuánto hace que dejamos los libros? ¿En el instituto? ¿En la universidad? Podemos hablar de 10, de 20 años sin abordar un texto para estudiarlo. Es como todo, si no se practica se pierde la costumbre y ante un temario extenso lo primero que entra es agobio. En muchas ocasiones tampoco vale la forma de estudiar que teníamos de jóvenes. Recuerdo temas aprendidos “de memorieta”, cosa impensable cuando hablamos de una oposición. Por tanto lo primero será no precipitarse, coger cada tema por separado y empezar con una lectura comprensiva, en otras entradas de La Vida Manda encontrareis técnicas que os pueden venir bien.

Buscar ayuda. Si de todas maneras no nos vemos capaces, no pasa nada. Podemos recurrir a academias, a preparadores o incluso a internet. Cuando empecé en este mundo recuerdo ver el temario en la convocatoria y pensar “¿esto qué es?”. No sabía por donde cogerlo, ni a qué recurrir. La academia en mi caso supuso una gran ayuda, consigues la orientación precisa, conoces gente en tu situación… En este artículo ya os hablé de sus ventajas.  Si estamos limitados de recursos busquemos por internet, preguntemos en foros, en sindicatos, al amigo funcionario… Lo importante es no desfallecer.

Disfrutar con el estudio. Esta es una parte que redescubrí cuando retomé los estudios. No me había planteado nunca si me gustaba estudiar, era lo que tenía que hacer y punto. Pero me sorprendí ilusionada ante el hecho de volver a hacerlo. Tras años realizando otro tipo de actividad, enfocando la mente hacia menesteres distintos, me di cuenta de que el estudio satisfacía otras áreas y, aunque pesado, compensaba.

Crea el hábito. Más allá de saber estudiar o no, de utilizar unas técnicas u otras, de lo que se trata cuando has pasado años sin estudiar es de retomar el hábito. Este suele ser el principal problema, que se ha perdido la costumbre. Para ello hay que empezar obligándonos, pongamos un tiempo diario, en un momento que sepamos que no nos vamos a saltar. No debemos empezar a lo bestia, con una hora diaria para familiarizarnos con la materia, leer o hacer resúmenes es suficiente. Lo importante es no fallar, ni un día, e ir poco a poco aumentando el tiempo. Si empezamos con mucha fuerza seguramente nos cansemos pronto, hay que recordar que no tenemos costumbre y la atención permanente requiere un esfuerzo intelectual que tenemos que empezar a trabajar poco a poco.

En definitiva a la hora de volver a estudiar después de mucho tiempo sin hacerlo la constancia será la clave. Lo bueno es que como adultos que somos sabemos valorar ese esfuerzo y no nos vamos a rendir a las primeras de cambio. No desfallecer, dosificar, ir de menos a más y convencernos de que podemos lograrlo, son los puntos básicos para que la vuelta a los apuntes tras muchos años sea realmente la oportunidad que estábamos esperando.

Cuéntame ahora, ¿has vuelto a estudiar hace poco? ¿Cómo te organizas?

6 comentarios en “Hace mucho que no estudio ¿seré capaz?

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  2. Hola soy Paola y he vuelto a estudiar después de 26 años . Ahora tengo 46. Empecé tecnicatura en Software. Porq me gusta mucho . Pero me cuesta mucho aunq lo he tomado como un desafío. Me es difícil consentrarme. Quisiera consejos.

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