Técnicas de estudio: La lectura

Todos sabemos leer y puede parecer una obviedad hablar de la lectura como una técnica de estudio, pero precisamente por su carácter básico no le prestamos la atención que merece cuando realizar una buena lectura va a ser el pilar sobre el que se soporte el resto del proceso de aprendizaje, si este falla todo se derrumba.

He conocido gente, más de uno y más de dos, que cuando afrontan un examen cogen los apuntes como un instrumento que hay que meterse en la cabeza como sea, la lectura no es más que el martillo que les ayuda a empujarlo para dentro. Pueden reproducir a la perfección páginas enteras (con sus erratas incluidas) y vomitarlas tal cual el día del examen. Esto puede valer para el colegio, el instituto e incluso en la universidad, pero cuando hablamos de una oposición intentar meter en la cabeza un temario entero y retenerlo sin problemas durante meses es un camino inviable.

La lectura no se puede utiliza como un martillo, no puede ser un proceso mecánico ni tampoco tomarse de forma superficial pensando que lo importante es hacer muchos esquemas y resúmenes. La lectura es una competencia básica y primordial y dominarla va a suponer el 80% del éxito en nuestro proceso de adquisición de conocimientos.

Existen una serie de puntos que considero fundamentales a la hora de enfrentarnos por primera vez a un texto, sea del tipo que sea.

• Aproximación inicial. Lo primero es realizan una lectura inicial, sin prisas, sin agobios. Leemos el texto con detenimiento, no es necesario subrayar ni correr a hacer esquemas. Dentro de lo que cabe tomémoslo como si fuera una lectura de ocio, a mi me funciona. Leer algo nuevo con verdadero interés y buena predisposición hace que prestemos más atención.

• Preguntas y dudas. Tras esa primer aproximación es el momento de solventar todas las dudas que nos hayan surgido. Conceptos que no quedan claros, palabras que no entendemos… Podemos recurrir a los profesores de la academia o al preparador. Si no contamos con ayuda externa Internet es una gran fuente de información, aunque es necesario asegurarse de que es correcta.

• Nueva lectura comprensiva. Llega el momento de volver a leer, con las dudas resueltas el texto aparece con todo su sentido. No podemos recordar lo que no entendemos, solo podemos memorizarlo y esa no es la solución. Una vez hemos entendido todo podremos empezar a asimilarlo, habrá datos que tendremos que memorizar sí o sí, pero lo importante es que tengan un contexto con sentido para nosotros.

• Anotaciones en los márgenes. Este punto puede ser opcional aunque a mi personalmente me resulta muy útil. Anoto plazos, palabras clave, aclaraciones de términos… De esta manera me ahorro estar consultando constantemente en otro sitio y a simple vista veo lo más importante de cada apartado. Cada vez que lo lea esa idea se grabará también en la cabeza por eso es importante que sean cosas claras y no muy extensas.

• Subrayado. Para muchos el subrayado es básico, para mi no lo es tanto. En gran medida depende del tipo de examen que hagas, si es de reconocimiento tipo test es aconsejable visualizar los párrafos tal cual porque los pueden poner así. El subrayado focaliza y si no se hace bien puedes perder parte de la información. También he visto textos con tantos subrayados y de tantos colores que al final pierde el sentido. Si se hace bien puede servir para destacar la idea principal, pero no perdamos de vista el contexto.

• Vuelve a leer. Y no hay más, si tenemos el texto claro, lo entendemos y podemos ver a simple vista lo más importante solo queda leer y releer, detenernos en las partes que precisen más atención y seguir leyendo una y otra vez hasta que lo tengamos asimilado.

Hay muchas más técnicas que deberemos emplear para completar nuestro estudio, como los esquemas, resúmenes, la verbalización… Poco a poco hablaré de ellas pero considero que la lectura es una competencia que hay que dominar, si eso está controlado todo lo demás viene casi sin esfuerzo.