¿Es necesario el descanso en la dieta?

Toda la semana a base de ensaladas, pechuga a la plancha, verdura, pescado blanco y cuando llega el fin de semana… DESCANSO, como cuando los niños salen al patio. Nos lanzamos corriendo a la nevera, comemos helado, repetimos tres veces la fideuá de la suegra, cenamos pizza y vamos al burguer a merendar. Para algo hemos estado sacrificándonos toda la semana ¿no? Pues no.

Hay muchas dietas que incluyen el llamado día libre, un día en el que te puedes permitir el lujo de comer mojando pan o no contar los gramos que pesa el queso. ¿Pero es realmente necesario este día? ¿O es solo un relax mental que nos dan para que la dieta sea más llevadera?

Hay mucho de lo segundo en esta cuestión. Sabes que estás en tu día libre pero dentro de una dieta global, eso te ayuda a mantener el control y a que esa dieta, especialmente si es muy larga en el tiempo por la cantidad de peso a perder, no se haga interminable. Psicológicamente es muy duro saber que vas a estar tres, cuatro o seis meses, con una dieta limitada. Ese día o par de días de “libertad” son un aliciente necesario.

Pero también hay motivos físicos que defienden la importancia de hacer descansos en las dietas. Si llevamos mucho tiempo con una dieta restrictiva el cuerpo se acostumbra a mantenerse bajo mínimos, esto es, no gasta calorías y cada vez cuesta más perder peso. Haciendo descansos evitamos que el organismo entre en modo ahorro y así la dieta sigue siendo efectiva.

Cuidado con el concepto de libre

Pero hay que tener cuidado con este concepto de día libre, darse un atracón no va ser bueno en ningún caso y especialmente si hablamos de comida basura. Hace poco un estudio ha puesto esta cuestión de relevancia. El estudio que podéis ver aquí (en inglés) analiza el impacto de la comida basura en las ratas y concluye que es tan malo atracarse durante el fin de semana como hacerlo todos los días. Las ratas experimentaron un cambio en su microbiótica intestinal al consumir comida basura tres días, daba igual que el resto de días su alimentación hubiera sido sana. Por tanto deberemos entender este descanso como un día donde podamos comer lo que queramos pero partiendo de la base que hay alimentos perjudiciales siempre.

Más que descanso cambio de hábitos

En lo que se refiere a mi experiencia personal el tiempo que estuve haciendo dieta no contaba con un día de descanso ex profeso, y es que el objetivo era cambiar los hábitos que me habían llevado a coger unos kilos de más. Si esto no se hace así una vez dejamos la dieta retomamos viejas costumbres y volvemos a recuperar los kilos perdidos. Por tanto no se trata solo de perder peso sino de cambiar las pautas alimenticias de manera que tras perder el peso deseado podamos mantenernos sin que suponga un esfuerzo.

Sobra decir que antes de lanzarnos a hacer una dieta hay que consultar a un especialista que además nos ayudará a cambiar estos hábitos. Pero sí que hay una serie de cuestiones que si consigues llevar a cabo te ayudarán a mantener la báscula en su sitio.

Elimina el azúcar. El azúcar es necesario pero lo podemos encontrar de forma natural en la fruta por ejemplo, no hace falta que añadamos a la leche, el café, el yogur… También debemos empezar a comer más sano y eliminar la bollería o los alimentos procesados, donde abunda el azúcar, mejor pizza casera que comprada.

Acostúmbrate a cenar pronto y ligero. Dormiremos mejor y el organismo no tendrá que hacer un esfuerzo extra para digerir calorías de más. Ensaladas, verdura, pescado blanco… En esta web tenéis un montón de ideas.

No te olvides de las cinco comidas diarias. Es clave, comer cinco veces al día ayuda a que nuestro organismo trabaje de forma adecuada. Si nos saltamos alguna comienza a almacenar reservas que se convertirán en grasa. Sin contar con que llegaremos a la siguiente comida muertos de hambre y comeremos más.

Bebe mucha agua. Este es un clásico, pero no por ello pierde actualidad, de hecho en esta noticia nos cuentan un nuevo estudio que avala que a más consumo de agua mayor facilidad para perder peso. No sé si sería capaz de beber medio litro antes de cada comida, con beber dos litros de agua a lo largo de día me conformo.

Añadiría otra básica, hacer ejercicio. Si llevamos una vida sedentaria y empezamos a movernos en muchos casos no necesitamos más dietas, solo con eso llegaremos a nuestro peso ideal.

Estas son las pautas que sigo y funcionan. Con ellas no hace falta descanso en la dieta simplemente porque no hay dieta. No ha sido fácil pasar de las croquetas o los san jacobos a la hora de la cena, introducir más verduras, acostumbrarme a desayunar más que un vaso de leche y obligarme a tomar algo a la hora del almuerzo y la merienda aunque no me apeteciera. Al final te acostumbras y mejoras tus hábitos. E incluso puedes permitirte merendar algún día galletas de chocolate porque lo importante es que has aprendido a alimentarte mejor.

Contadme ahora, ¿cómo os va con las dietas?