Beneficios de hacer deporte cuando estudiamos oposiciones

Hace solo unos días hablaba de cuánto tiempo diario había que dedicarle a la oposición. En resumen, cuanto más mejor, siempre que sea un tiempo aprovechado. De este tiempo habría que excluir el dedicado al trabajo, a la familia o a otras obligaciones, aquí es donde metería el deporte. Si todavía no realizas ninguna actividad, fuera del calentamiento de silla, es el momento de planteárselo.

Seguramente no sea la más indicada para abordar este tema, ya que no me apliqué el cuento mientras estaba en fase de estudio intensivo. Ahora que he retomado la actividad física me doy cuenta de cuánto bien me habría hecho, no solo por no cargarme con algún que otro kilo de más, si no porque me habría servido para mejorar mi atención, el estado emocional y la salud.

Los dolores del opositor. Cualquiera que pase varias horas del día sentado sabe como acaba pasando factura esta posición a la espalda, los hombros, el cuello… Y si, además, es como yo que va colocando las piernas cada vez de forma más retorcida, notará como éstas se entumecen por días. Todo ello sin contar con el dolor de cabeza después de una sesión especialmente intensa. El deporte es la clave para evitar en gran medida todo esto. Mantener nuestro cuerpo en forma, con músculos fuertes y tonificados, minimiza estos dolores habituales.

El estrés con deporte es menos estresante. Ansiedad, dudas, agobio, presión…  Son palabras habituales para un opositor, el nivel de estrés que se soporta va in crescendo según se aproxima la fecha del examen. Salir a correr, ir a nadar o practicar zumba nos va a ayudar en varios sentidos. Por un lado nos olvidamos del temario por un rato y por otro la práctica deportiva libera endorfinas, la conocida como hormona de la felicidad. Mejora nuestro humor, nos sentimos con más energía y aumenta el estado de bienestar. Todo ello redunda en una mejora de nuestro estado anímico que nos permitirá afronta el estudio mucho mejor.

Más energía, mejor descanso. Seguramente después de varias horas estudiando pensemos que no tenemos fuerza más que para tirarnos en el sofá. En lugar de eso movámonos, después de hacer ejercicio veremos que teníamos más energía de la que pensábamos y comprobaremos que una vez creada la rutina cada vez nos sentimos más fuertes. Esto a su vez repercute en un mejor descanso, las horas de sueño, aunque sean pocas, estarán mejor aprovechadas.

Valores que se complementan. Hacer deporte requiere una serie de valores como son el esfuerzo, la disciplina o el trabajo, ¿os suenan? Un opositor que no los posea no llegará muy lejos. Igual que seguimos nuestro planning de estudio disciplinadamente hagámoslo con el deporte. Estaremos reforzando ambas áreas y los beneficiados seremos nosotros.

Por último hay estudios que afirman que la práctica deportiva mejora el nivel cognitivo y la atención de los estudiantes. Después de todas las características que hemos visto parece lógico pensar que vamos a rendir mejor y a ser más efectivos reteniendo la información.

¿De dónde saco el tiempo?

Esta sería la pregunta del millón, pensamos: “si casi no tengo tiempo para llevar el ritmo diario ¿cómo voy a irme a correr?” Y si tenemos familia más todavía, ya que el tiempo que no estamos delante de los libros se lo dedicamos a ellos para compensar. Pero hay que buscarlo, repasemos nuestro horario, puede que podamos sacar una hora antes de la cena, también podemos madrugar un poco más o dedicar menos tiempo a navegar por internet. El fin de semana podemos también dejar un hueco a las zapatillas y menos a la televisión, por ejemplo.

Hemos encontrado ese hueco, ahora lo importante será mantenerlo y elegir la actividad adecuada para nosotros. Cuando consigamos crear la rutina al cabo de unas semanas empezaremos a notar sus beneficios. Este será el punto de no retorno, ya no nos costará ponernos a ello, aunque habrá que ser constante al principio para llegar. En cuanto a la actividad escogida tendrá que ser algo que nos guste. Si ya hacíamos deporte se trata de mantenerlo si no, pensemos en alguno que nos vaya bien. Nos puede encantar nadar pero si tardamos una hora en llegar a la piscina quizá sea mejor salir a andar o hacer pilates en el gimnasio de al lado de casa.

Lo importante será moverse, que ese rato desconectemos y lo pasemos bien. Será un tiempo bien invertido ya que estaremos en mejor predisposición para afrontar el estudio. Yo ahora no veo posible dejar la actividad cuando vuelva a coger los apuntes, aunque ya os contaré…

Y vosotros, ¿practicáis algún deporte? ¿Cómo os organizáis?